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sábado, 2 de agosto de 2014

Museo Histórico Militar de Sevilla, -II y final. Planta baja.

En esta segunda entrada dedicada al Museo Histórico Militar recorreremos la planta baja, es decir, la que está al nivel de la puerta de entrada por la galería de la Plaza de España.
Se trata de un espacio diáfano, de gran tamaño, en el que podremos ver objetos tan variados como una extensa colección de soldaditos de plomo, bustos de bronce de personajes históricos, una buena cantidad de accesorios de todo tipo y gran número de uniformes de los distintos cuerpos del Ejército español. 
Vista general de la planta baja desde la puerta de entrada.

Vistas de la planta baja desde la escalera de acceso a la planta alta.
Realizaremos la visita partiendo de la puerta de entrada y recorriendo la sala en el sentido contrario de las agujas del reloj.
Arca de caudales del siglo XVI.
Es de tipo alemán, construida con gruesas planchas de hierro forjado, reforzada en aristas y cantos con tiras del mismo material, aseguradas mediante clavos de cabeza redondeada.
En el interior de la tapa se encuentra el mecanismo de seguridad, compuesto por un conjunto de resortes, flejes, ballestas y nueve pestillos que se desplazan en las cuatro direcciones, accionados por una sola llave.
Arca de caudales del siglo XVIII.
Obligatoria en todos los regimientos a partir de 1.719, según ordenanza de Felipe V. Las llaves deben ser custodiadas por diferentes personas, llamadas claveros, que eran el coronel, el teniente coronel y un depositario del regimiento. Los tres claveros debían estar presentes cada vez que se abriera la caja.
El lado derecho de la sala está ocupado por vitrinas de gran tamaño que nos muestran una variada colección de soldaditos de plomo.
Colección de gorras de distintos cuerpos de ejército.
Bandera del Batallón de Infantería de la Milicia Nacional de Montoro, Córdoba.
Fabricada en 1.820, se usó hasta 1.870. De estas banderas moradas tan solo se conservan cinco en distintos museos y un estandarte, también de Montoro, en el Museo del Ejército.
Bandera del II Batallón de Infantería Granada nº 34.
El Regimiento se creó en 1.657 y disuelto en 1.996. La bandera es de 1.847. Depósito temporal del Museo del Ejército.
La esquina que forman los muros derecho y el frontal de la sala está ocupada por dos vitrinas en las que se exponen las vestiduras e instrumentos necesarios para celebrar misas de campaña.
Aquí vemos todo lo necesario para la celebración de misas de campaña.
Detalle de un kit de "primeros auxilios espirituales" (si se me permite la broma) usado en campaña.
Vista general de los muros central (a la derecha) e izquierdo (al frente) de la planta baja.
Vestiduras eclesiásticas y talla de Inmaculada.
Las capas pluviales de color negro se usaban en las ceremonias fúnebres, en tanto que la dalmática de color blanco era utilizada por los diáconos y subdiáconos cuando concelebraban la Misa.
La talla de la Inmaculada, patrona del arma de Infantería, es anónima,
del siglo XX, realizada en madera policromada.
Uniformes. 
Estas dos vitrinas ocupan el resto del muro frontal de la sala. En ellas se exponen uniformes del Ejército español, de distintas armas y épocas. Fotografía tomada desde la entreplanta.
La misma imagen desde la planta baja.
Antes de girar noventa grados para visitar el muro izquierdo vamos a recorrer la zona central de la sala, donde hay bastantes objetos que contemplar.
Vistas generales de la zona central.
Medallas del Ejército español.
Escritorio de Queipo de Llano durante su estancia en Sevilla.
Me ahorro los comentarios sobre la idoneidad de su exposición.
Otro rincón de la zona central.
Accesorios de uniformes.
Busto del general Castaños.
Encargado de formar el ejército de Andalucía por encargo de la Junta Suprema de Sevilla, se enfrentó y derrotó a las tropas francesas en Bailén durante la Guerra de la Independencia. Tras la expulsión del ejército de Napoleón, ocupó diversos cargos de responsabilidad militar y política hasta llegar a ser presidente del Consejo de Regencia durante la minoría de edad de Isabel II y, más tarde, tutor de la misma. 
Accesorios de los oficiales, algunos de ellos muy curiosos.
Mesa empleada para el desarrollo de juegos de guerra.
Otra vitrina con nuevos complementos de uniformes.
Terminada de visitar la parte central de la sala, pasamos al muro izquierdo (siempre tomando como referencia la puerta de entrada), donde se exponen numerosos uniformes, algunos de ellos muy curiosos.
Sulham.
Estos maniquíes lucen dicha prenda de vestir, de las unidades de Regulares para la Caballería, compuesta por una capa blanca (alquicel) y, sobre ella, una capa de paño. Posteriormente, esta prenda fue adoptada por los oficiales de Infantería y después por las unidades de regulares.
En el centro se ve una capa de un Sulham de la Agrupación de Tropas Nómadas, a la derecha capa de un sulham de Caballería y, a la izquierda, otro de Infantería.
A continuación seguimos el muro hasta una zona dedicada a la Artillería, situada bajo la entreplanta, aunque luego en el sótano encontraremos muchísimos más objetos relacionados con ella.
Zona de la planta baja dedicada al arma de Artillería.
En la vitrina se nos presenta un regalo de Alfonso XIII al Maestro Rafael.
Vitrina expositora de maquetas de elementos de artillería, procedente de fondos de la Maestranza de Artillería. 
Maqueta de cañón artillero de finales del siglo XVI. Maestranza de Artillería.
Se trata de un cañón de calibre 285, realizado en bronce, hierro y madera. Contiene una figura de San Cristóbal, dos delfines, un escudo con cinco lechugas y mascarón.
Cañón de montaña corto modelo 1860, con armón.
Calibre 5 cm, longitud del tubo 80 cm, de avancarga, movido mediante tracción animal. Longitud total: 120 cm. Altura: 118 cm. Ancho: 136 cm. Longitud de la lanza: 305 cm.
Cañón de montaña de 8 cm, modelo 1874.
Diseñado por Augusto Plasencia (conde de Santa Bárbara) para el apoyo de fuegos en la Guerra Carlista en el País Vasco. Podía ser desmontado para ser transportado a lomos de cuatro mulos o ser arrastrado "en limonera" mediante dos varas laterales como las de los carros para grandes distancias sobre terreno llano.
Busto de Luis Daoíz.
Busto de Pedro Velarde.
Ambos oficiales de Artillería del cuartel de Monteleón, se sumaron al levantamiento del 2 mayo de 1.808 contra los invasores franceses, resistiendo hasta la muerte, sin ningún tipo de ayuda, el posterior asedio francés.
Santa Bárbara, Patrona del arma de Artillería.
Atribuida a Duque Cornejo, primera mitad del XVIII.
Nos queda por recorrer ya tan solo un pequeño espacio central que se sitúa junto a la escalera de subida de la entreplanta, donde podremos ver los bustos de bronce de Carlos III e Isabel II y las maquetas de las tres carabelas del primer viaje de Cristóbal Colón.
Busto de Carlos III.
Carabela Pinta.
De vela cuadrada, contaba con castillos en proa y popa. Tenía 15 metros de eslora y desplazaba 60 toneladas. Su capitán era Martín Alonso Pinzón, bajo cuyas órdenes servían 30 tripulantes.
Nao Santa María.
De 25 metros de eslora, 160 toneladas y 40 tripulantes mandados por Juan de la Cosa, era la nave capitana, en la que viajaba Cristóbal Colón.
Carabela Niña.
La más pequeña de las tres (13 metros de eslora, 45 toneladas y 20 tripulantes) era dirigida por Vicente Yáñez Pinzón. Se diferenciaba claramente por sus velas latinas.
Busto de Isabel II de España.
Terminamos aquí nuestro paseo por la planta baja. Tan solo nos queda por recorrer la planta sótano, la más grande todas, y dividida en varias salas.


Como comenté en la entrada anterior, las personas con movilidad reducida no tendrán dificultad para visitar esta planta.

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