Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad.

Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad y sus alrededores

sábado, 8 de diciembre de 2012

La Capilla de la Virgen de Rocamador, ya restaurada.


Cuando, en mayo de este año, visitamos la iglesia de san Lorenzo, pudimos observar que la zona más antigua del templo, la capilla de la Virgen de Rocamador, se encontraba en obras.

Tras 16 meses de trabajo y 100.000 euros de inversión, se ha logrado que la capilla vuelva a su esplendor original. Se ha tratado de una restauración integral en la que la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ha aportado el 35 % del importe, en tanto que 350 hermanos de la Hermandad de la Soledad han aportado el resto, en forma de cuota extraordinaria.
Antes de la restauración.
Después.


El profesor Juan Abad ha dirigido la recuperación de las pinturas, mientras que Alfonso Orce se ha encargado de intervenir en los azulejos que cubren toda la parte baja de la capilla, y que estaban completamente desordenados.

La restauración de la capilla, que data de 1609, ha permitido volver a apreciar en su justa medida la pintura mural de la Virgen de Roca Amador, del siglo XIV, una de las más antiguas que se conservan en la ciudad. Además, se han recuperado valiosas pinturas murales del siglo XVIII, situadas en la pared oeste de la capilla, en el intradós de los arcos y en la bóveda, atribuidas, ahí es nada, a Domingo Martínez y a Gregorio de Espinal.
Igualmente, se ha descubierto a un desconocido maestro ceramista, Alonso de Valladares, perteneciente a una de las principales familias del gremio trianero de aquella época.
En el apartado inmobiliario, la capilla estaba afectada por una gran grieta, presumiblemente como consecuencia del terremoto de Lisboa de 1.755, que ha sido subsanada, realizándose igualmente trabajos para evitar las humedades y filtraciones en toda la capilla.

Durante unos días, se ha habilitado un pequeño espacio (el coro bajo y la propia capilla) en el que se expone en paneles y documentos todo el proceso de restauración, así como la historia de este singular espacio del templo.

Veamos algunos de los objetos e imágenes expuestos:
Vitrina con Niño Jesús del siglo XVII y sus vestimentas.
San Joaquín a su izquierda y un arcángel al lado contrario.
Otro tesoro expuesto: un san Lorenzo de Martínez Montañés,
de 1.639, también restaurado para la ocasión.
Otra curiosidad. Se trata de un lienzo asentado sobre tabla procedente del antiguo simpecado. Es anónimo, de 1.696. Actualmente es de propiedad particular, cedido para la ocasión.
Un cartel informativo nos detalla la cronología de la hermandad.
Otro panel nos describe la historia de esta advocación de la Virgen.
En los intradoses de los dos arcos que delimitan la capilla se muestran doce pinturas relativas a la vida de la Virgen, encargadas en 1.719 a Domingo Martínez y Gregorio Espinal, realizadas con una técnica mixta de temple y óleo En el intradós del arco norte aparecen El Tránsito de la Virgen, Jesús ante los doctores, La huida a Egipto, La Presentación de Jesús en el templo, La adoración de los Reyes Magos y La adoración de los pastores.

En el arco este tenemos La Visitación de la Virgen a su prima santa Isabel, La Anunciación, Los Desposorios Místicos, La Presentación de María en el templo, El Nacimiento de la Virgen y El abrazo de san Joaquín y santa Ana ante la Puerta Dorada.

En una foto anterior se puede apreciar el intradós de ambos arcos y, en esta, el del arco este.
Y aquí termina la visita a la recién restaurada capilla. En cualquier caso, volveremos para admirarla en su distribución "normal".


No hay obstáculos para personas con movilidad reducida.

3 comentarios:

  1. Toda una maravilla; una restauración esplendorosa. Gracias por mostrarla, querido amigo. Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que viendo el antes y el después se puede decir que ha sido un dinero bien empleado.
      Gracias por el comentario.
      Saludos.

      Eliminar
  2. Pues sí, la restauración hce que vuelva a lucir en todo su esplendor. Gracias por mostrarlo.
    Un saludo.
    Alejandro

    ResponderEliminar